Pecorino Romano es un producto típico Sardo (de la Sardegna).
Está elaborado bajo una antigua técnica, donde la leche de oveja entera se calienta y se le añade el cuajo de cordero o de cabritillo, La cuajada se distribuye en las encellas donde se agujerea con un palito para hacer salir el suero. Una vez salado y seco y curado durante 8 meses, se le limpia y se le masajea con aceite para evitar que se agriete la costra. Para terminar, los quesos se tiñen de marrón con tierras especiales. El pecorino romano puede presentarse curado (un sabor más fuerte y una consistencia arenosa) o fresco (dulce y aromático con una consistencia suave). Tanto el pecorino sardo como el romano, son quesos de mesa y para rallar.